jueves, 8 de enero de 2009

El Festejo del Respeto

Respeto, Campeón de América…!!!

Yo te dareeeee….. Te daree Liga hermosaaaa….. Una cosa que empieza con C……CAMPEON…!!!
Es el coro de los hinchas albos. Es el grito de quienes se sienten campeones de América. Es el festejo de los seguidores a muerte del equipo de sus amores. Campeones de América. Qué emoción!!! La gente grita, salta y llora de emoción por el triunfo alcanzado por primera vez por un cuadro ecuatoriano. Pero no solamente los hinchas albos se sienten así.

En el estadio Casa Blanca de Ponciano se unen a los hinchas de Liga, gente de todas las hinchadas del país. Se sienten identificados con este triunfo del Ecuador. Es la primera vez para nosotros. “Campeones de América somos todos”, dice un hincha del Olmedo de Riobamba, que bajo la camiseta blanca lleva la piel de su equipo. Un hincha del Nacional se abraza con un hincha del equipo de la plaza del teatro, opositor total al elenco azucena. Pero estas rencillas se dejan de lado. El sentimiento es mayor al odio.

Al preguntarle a un hincha barcelonista sobre el festejo de Liga dice que también se siente orgulloso. “Es un titulo para el país entero, a pesar de la rivalidad entre hinchadas, entre equipos”. Al preguntarle si se une al festejo de los albos contesta: Claro, por que no, el respeto ante todo. El festejo en las calles sigue y sigue luego de salir del estadio al dirigirse a los puntos de encuentro para el festejo.

Al final el respeto en el festejo es total. El ecuador se convierte en ejemplo del continente. No solo por la hazaña lograda, sino también por la unidad dada por el triunfo. En este ejemplo ha ganado el respeto ante cualquier barrera moral.

martes, 6 de enero de 2009

Historia sin respeto.

La desigualdad, en la historia, ha sido un punto clave en el mal desarrollo de ciertas regiones del planeta en el transcurso del tiempo.
Desde el principio de los tiempos, el hombre ha realizado la distribución de la riqueza de manera arbitraria, a favor de quienes más tienen y tratan de acaparar más y más.

Los tiempos en que la monarquía recolectaba la riqueza mediante la violencia o mediante influencias no han cambiado. No podemos siquiera dejar de lado como referencia, el que en ciertos momentos actuales, el hombre parece no haber evolucionado del neandertal salvaje, que, a gritos y amenazas conseguía lo que quería, demostrando su fortaleza sobre los demás.

La diferencia es que ahora no es un solo hombre el que ejerce poder sobre otros. El primitivo actual se ha constituido en el país o grupo de países que se inventan guerras y conflictos para sacar a relucir su superioridad. El hecho que la tecnología de punta se acuñe en estos grupos de poder no deja de lado su conducta, por lo menos salvaje, al tratar de controlar la selva de acciones y posesiones del mercado económico internacional. Al final tiene su lógica, pues al tratarse de una selva, aunque sea económica, el que mejor conoce este territorio es el salvaje, que se maneja a sus anchas dentro del capitalismo salvaje, valga la redundancia, que ha dejado al mundo en un estado de discordancia sobre lo que esta bien ganado y lo bien robado o mal heredado.

Gracias a este comportamiento el mundo esta como esta. Se pide respeto a los gobiernos y ordenanzas, pero de que clase de respeto se habla cuando a la historia misma se le ha faltado al respeto.

¿Cómo respetar su trabajo?

Ahh…!! La televisión….!! Algunos dicen que es el invento que más ha revolucionado a la humanidad. El aparato electrónico creado para unir a las familias, para lograr una mayor comunicación entre los países del mundo. Un canal de esparcimiento del pensamiento globalizado y de la sabiduría mundial.

Que lindo suena el concepto de la televisión. Un mundo mágico que no tiene límites ni fronteras. Claro que es conocida la falta de veracidad de esta palabrería, parte de una gran campaña de marketing y publicidad. Los mayores problemas de niños, adolescentes y tercera edad son causados por familias disfuncionales, y por efectos de este aparato, que se encuentra en casi todos los hogares del mundo. Se salvan, supuestamente, las personas llamadas adultos. Pero hay que recordar que estos llamados adultos, al menos la mayoría, solamente por un rango de edades, hace poco eran adolescentes con problemas, que fueron niños de familias disfuncionales, o que están próximos a ser parte de ese grupo selecto, llamado tercera edad.

Aún más grave se vuelve la situación cuando no hablamos de la televisión a nivel mundial, y solo nos centramos en el tan orgullosamente llamado “producto nacional”.
El análisis se vuelve más catastrófico porque lo tenemos a la mano. Sentimos esa falta de profesionalismo en el trabajo televisivo, con sus claras consecuencias.

Centremos aún más y solo hablemos del tan conocido humor televisivo. Humor para quienes lo escriben, lo transmiten y lo venden, pero no para quienes lo receptan y captan.
Aunque si se llevarían la mano el corazón, ni ellos lo verían como “humor”.
La televisión nacional está plagada de sátiras dirigidas a la humillación de las clases menos favorecidas de la sociedad, convirtiéndolo en un producto de goce elitista. Aunque gracias a nuestro mandatario, ni los llamados “pelucones” se salvan. “Para todos hay”.

Programas que agreden visualmente al televidente por su mala estructuración y que humillan a grupos sectorizados de la economía del país, vuelven a nuestra sociedad cada vez más decadente y vacía. Sobajar al cholo y al indígena con malísimas representaciones de sus costumbres, no es para darle un premio, mucho menos un reconocimiento, a programa, canal o medio alguno. Es una vergüenza que los más altos índices de rating se consigan insultando al prójimo. Y eso que no vamos a empezar con todos aquellos que copian, de mala manera, programas de canales internacionales, dejando ver la pésima calidad actoral de ciertas personas.
La solución: Simplemente está en las manos del televidente. Cambie de canal. No regale su tiempo. En estos días de cambio, el mejor que puede usted hacer, es cambiar de canal.

Respeto para ser vistos

La transmisión diaria de noticias a la sociedad es el trabajo de los medios. Como en cualquier trabajo existen normas que se deben cumplir y respetar. Normas que le dan, al medio en este caso, un orden y una línea ideológica características del mismo.

El reconocimiento de la sociedad al trabajo periodístico con premios o con la simple compra o adquisición del producto de este trabajo, hace que el ego de algunos, se sitúe por los cielos y se sientan los Mesías de la transmisión del acontecer diario, ya que mucha gente los reconoce así. Para las medios hasta ahora todo muy bien. Venden, se hacen conocidos y cumplen su trabajo. Pero ¿que pasa cuando se hace un simple seguimiento a los hechos que van fuera de la línea del medio?

Las excusas son muchas cuando, en este punto, la falta de información permite que desaparezcan noticias de la mente de los clientes de la información.
Es simple, y resumida muy fácilmente la explicación de la desaparición de noticias. Si el medio no se beneficia, no es noticia. O por lo menos no se da a conocer la noticia. Lo que no entienden los medios ahora es que la opinión publica ya no solo depende de ellos para crear criterios o para castigarlos. La construcción de sentidos ahora se ha comenzado a forjar desde la reflexión diaria en los hogares y la mejor instrucción y mayor participación de las mentes jóvenes en todos los aspectos de la sociedad.

La advertencia para los medios y sus dueños es que, es cierto que deben respetar su lineamiento ideológico, pero también deben respetar la inteligencia y buena memoria de sus usuarios.